ESCENA 18
![](file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Escritorio/los%20chinos%20también%20lloran/IMG_20130223_215553.jpg)
Después de que Sue Gla se hubiese ido
Lu Pi-Tan permaneció sola tras el pabellón disfrutando de la
mañana.
-Uf, el peligro se ha ido.
Se dijo a sí misma. Y sin embargo un
frío inesperado recorrió su columna cervical como si algo venido
del Más Allá de las Montañas Verdeazuladas de Occidente le hubiese
soplado un hálito de muerte.
Movió la cabeza desechando semejante
idea y se marchó feliz sin ver que el peligro podía ser fácilmente
Sue-Gla pero también podía ser el dragón Cheng-Cho, conocido
también como el Tragaldabas de Trebisonda.
Esa misma noche llegó al mundo que
hay más atrás dl pabellón un nuevo personaje:Luben Da-Lio
encargado provincial de ritos relacionados con Cisnes, Princesas
tristes, lagos de azur y asimilados. Era un hombre de la Corte pero
allí se sentía desfallecer por el complicado ritual y por el acoso
de las mujeres cortesanas ¡Es tan sabio y tan prudente que ninguna
se le podía resistir!
![](file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Escritorio/los%20chinos%20también%20lloran/Foto0192.jpg)
Se había subido a meditar iluminado por la luna sobre la montaña del Dragón Dormido de Poniente, después de almidonarse la coleta para que presentase su mejor aspecto. Y allí sentado, plácido y armonioso fue visto por casi todo el mundo, las mujeres con dote, sin dote, concubinas, sin cubinas, todas ellas suspiraron con cierto decoro y sus corazones palpitaron un poco más de lo que el acupuntor les recomendó.
-¡Es tan sabio y tan prudente!
Se oía por todas partes. Luben seguía
meditando indiferente a la mayoría de los elogios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario