lunes, 9 de julio de 2012

Clasura de coCinares

Detalle de la alfombra persa
Hemos tardado en escribir la crónica de esta clausura porque, como suele ocurrir en estos casos, pasamos de le emoción a la alegría demasiado rápido. Sólo hoy empezamos a recuperarnos y entender lo que pasó. Creemos que alguien puso demasiado jerez en los pastelillos de la celebración. Si fue intencionado o no sólo Dios lo sabe. El caso es que el jurado, y los allí presentes empezamos a emocionarnos mucho, de más, y sin darnos mucha cuenta le concedimos todos los premios a Hoy comamos y bebamos y cantemos y holguemos la cinta de los primos Benito y Pedro Encina que no se había presentado al festival por llegar fuera de plazo.
Intentamos arreglar las cosas al día siguiente, pues las grandes estrellas se marcharon defraudadas y clamando venganza (desde aquí, Marija Errova y Neska Polita, lo de las almejas a la marinera de pendientes sólo fue una ocurrencia del momento, suplicamos, una vez más, perdón). Pero los primos Encina reclamaron para sí la protección de la vieja ley de Santa Rita, lo que se da no se quita, y no pudimos hacer nada.
Sin embargo, pera no dejar este mal sabor de boca invitamos a todos a tal comilona que aún nos estamos recuperando ahora de sus efectos.
Por si acaso el que escribe esto se va a esconder en Tirana unos cuantos días.
Besos

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