viernes, 10 de febrero de 2012

Esto se acaba

El cine inexistente austrohúngaro es tan extenso como uno quiera, pero de momento nos conformamos con esta pequeña selección que acaba aquí. Mucha gente se extrañará que no hagamos la crítica de películas tan famosas como Vals y vienes, El monóculo y la patilla I y II, Opereta prima o la desternillante comedia Me ha salido hun grano. Pero como hay que terminar lo hacemos con una película relativamente proscrita Esto se acaba. No se conoce al director, aunque no pocos investigadores sostienen que fue Welarminën Polita, abuelo de la célebre Neska, el caso es que un quisquilloso miembro de la corte de su majestad creyó ver similitudes entre la historia de la película y el propio Imperio. Al final lo firmaron los tres grandes del cine inexistente austrohúngaro: esa combinación humana de Fritz, Franz y von al tun-tún.


Título original: Dies ist nur-Ez csak
Director: Autoatribuido a Fritz von Franz, Franz von Fritz, Fritz von Fritz y su primo Franz von Franz.
Año: 1913
País: Imperio austrohúngaro
Temática: Familiar (metafórica según la censura imperial)
Guionista: Manel Strauss
Intérpretes: Lilyana Gishovka (Helga), Albert Dürrrent (Franz, su padre), Isabela Bayerïn (Su madre) Férfi Jóképú (Dino, Hermano de Helga)

Sinopsis: Helga es una amable señorita que vive encantada con su familia en un hermoso valle entre colinas llenas de abetos y cabras, todas blancas. Su padre, Franz es bondadoso y ayuda a su numerosa prole todo lo que puede, su madre es una mujer bella y melancólica que intenta darles cariño pero no tiene mucho de donde sacar. Helga está encantada con la situación, ve que todos los hermanos son distintos, a veces le parece que hablen idiomas distintos, incluso practiquen religiones distintas o escriban en otros alfabetos, pero el padre los quiere a todos, aunque todos sostienen que quiere sobre todo a Helga. 
Poco a poco van creciendo y tal vez lleguen a esa edad madura en la que quieran independizarse, ese momento en que el mero vínculo filogenético no llega, pero su padre intenta impedir su marcha. Da la sensación de que quiere que las cosas se queden así para siempre. La situación se pone tan tensa que al final la cuerda se rompe, el hijo mayor de Franz muere en extrañas circunstancias. La madre huye a Suiza donde morirá en extrañas circunstancias, pero otras, y al final el viejo Franz no puede cargar con todo aquella familia tan diversa. Helga intenta hacer de padre y madre, pero no está dotada por naturaleza para hacer dos papeles distintos a la vez. El padre muere y todos abandonan la casa familiar que ahora habitará a sus anchas una Helga cada vez más ensimismada.

Lo mejor: Lilyana lo es todo en esta película. Su mirada, su presencia, no deja indiferente a nadie. El papel de los padres y el hermano muerto, también perfectos, tanto en su actuación como vivos como en la actuación como cadáveres, en la que Isabela Bayerïn es una consumada experta.
Lo peor: Es curioso que en determinados casos una escasez de medios es una ventaja para una buena película, lástima que este no sea uno de esos casos.


Curiosidades: Lilyana Gishvka tuvo que salir del Imperio cuando la película se estrenó en Viena, lo curioso es que tardó tanto en conseguir los papeles necesarios que cuando iba por la mitad de camino le informaron que el Imperio se había acabado y que estaba contrabandeando sus joyas en no sé qué país nuevo (los guardias aún no lo tenían muy claro). Dicen que se refugió en Eslavoina y que allí sigue cuidando cabras albísimas.

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