martes, 12 de marzo de 2013

los chinos tang bien lloran 27


ESCENA 27

Aprovechando el estado etílico de los hombres de Chun-Go el dragón Cheng-Cho se los zampa y se relame. Siempre había sido un aficionado a los rellenos de licor.

                    Ilustración 1: Cheng-Cho da cuenta del duque de Chun. Ya no tendrá dudas.

Ve al duque de Chun como la guinda del pastel y sin mediar palabras se lo come también. Después de eso ya tiene bastante y se va a dormir la mona a la montaña.
Huang Jo-she se aproxima a su supuesta madre Sue Gla con ánimo de contarle lo que sabe, pero al verla teme. Decide aproximarse., tantos años de falsa maternidad han generado en él cierta inclinación hacia aquella mujer dueña de un gran imperio sedero.
Sue Gla lo recibe con los brazos en jarra, para variar, su presunto hijo le dice lo que sabe sin omitir ni un sólo ideograma. Es entonces cuando ella, casi en venganza por tanta claridad epositiva le dice que es hijo de la madre de su prometida Lu Pi-Tang.
-La que ahora es cantante de ópera en Pekín, aunque yo creo que miente y que canta en el Mo-Ling Lus.
Huang Jo-She sonríe intentando reponerse del golpe asestado y al mismo tiempo intenta resumir. Llega a la sorprendente conclusión que su supuesta madre lo quería casar con su media hermana y no le acaba de parecer bien por lo cual decide pedir explicaciones.
-En realidad Lu Pi-Tang era mi verdadera hija. Dimos el cambiazo para tener un hijo varón y así poder casarlo con nuestra hija ¿comprendes ahora todo?

                       Ilustración 2: Huang Jo She intenta abrazar a su pseudomadre Sue Gla.



Huang Jo-She dice que sí ¿qué otra cosa se puede decir cuando no se entiende nada de todo? Y para mayor confusión decide abrazar a su falsa madre ante la sorpresa de ella misma y de todos.

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