miércoles, 11 de enero de 2012

Árbol genealógico del Capital

 Empezamos hoy un repaso por la obra de otro gran creador del cine inexistente, Benito Crespo. La evolución de este autor es una de las más interesantes de los últimos tiempos. Empezamos con una de sus obras primerizas, cuando según él mismo quería conjugar la interpretación teórica del mundo con la difícil técnica del cine inexistente, tantas veces dado a lo superficial y aún banal debido en parte al gran público al que está dirigido.

Título original: Árbol genealógico del Capital
Director: Benito Crespo.
Año: 1989
País: Colombia.
Guionista: Manuel Romeo.
Intérpretes: Debido a que todos van disfrazado de cartelones es difícil saber quién es quién. De hecho es muy posible que el mismo actor fuese en distintas tomas una u otra virtud.

Sinopsis: Voluntad siempre había soñado con tener una familia numerosa y albergaba en su seno la esperanza de que sus descendientes diesen lustre a su estirpe.
Poco después de conocer a Entendimiento contrajeron matrimonio, todo marchaba sobre ruedas porque ella sabía a dónde quería que fuesen y él se daba cuenta de todo y asentía. Poco después de su eficaz matrimonio vino al mundo su hijo querido, Trabajo. Voluntad estaba encantada con su hijo porque hacía todo lo que ella le pedía, con el apoyo tácito de su padre, claro. Sin embargo algo faltaba en aquella familia y Voluntad intentó por todos los medios que eso entrase en su familia por vía de matrimonio de su hijo, así que lo puso manos a la obra para que consiguiese la mano de Economía, una chica bien dotada y práctica. Los padres de ella no se oponían, pero tampoco ayudaban mucho, Previsión no lo veía claro y Orden no acababa de encajar aquel matrimonio en sus planes. Voluntad acabó imponiéndose y como al fin y al cabo Trabajo era un chico aplicado los padres de Economía concedieron su mano. La celebración de esta boda ya fue una premonición de lo que vendría a continuación: se casaron al tiempo que unos amigos llamados Honor y Firmeza porque así le pagaron la mitad al cura. Honor y Trabajo se hicieron amigos. Honor era huérfano y los padres de Firmeza, Carácter y Rectitud, no habían sido muy flexibles a la hora de admitir la unión de su hija con un huérfano, pero en honor a la verdad acabaron dejando que el matrimonio se consumase.
Trabajo y Economía trajeron al mundo a Ahorro, un niño algo magro pero que poco a poco con la ayuda de Voluntad, Entendimiento, Previsión, Orden, Trabajo y Firmeza fue engordando y creciendo.
Por su parte Honor y Rectitud dieron a luz a Constancia, una buena chica que desde el principio se sintió inclinada por Ahorro, y más al verlo crecer de forma continua y moderada.
Así que el enlace entre Ahorro y Constancia fue algo deseado por todos y que los llenó a todos de interés. Nació de esa unión el fruto deseado por todos, pero especialmente por Voluntad: Capital.
Y ya, con Capital en este mundo Voluntad decidió que era hora de abandonarlo.
Cuando Honor se entera de la muerte de Voluntad se pregunta ¿qué será de Capital sin Voluntad? y así, con esta pregunta acaba el film.

Lo mejor: Indudablemente se trata de una película muy pedagógica, aún así, tierna.
Lo peor: Algunas personas suponen que la economía de medios resta orden al trabajo, pero nosotros creemos que el ahorro siempre es una buena previsión para aquellos que hacen lo que el honor y la rectitud, guiados por la voluntad, les dicta.
Curiosidades: Esta obra hizo de Benito Crespo un ídolo en determinados grupos ideológicos moderados. Esos mismos grupos, que no vamos a citar, que luego vapulearían el resto de su cambiante filmografía.

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