lunes, 16 de enero de 2012

Viaje por Egipto 1870

A veces resulta más destructiva la murmuración temperada que los insultos a la cara. Benito Crespo sobrellevó mal las críticas recibidas por su segunda versión del árbol genealógico del capital. Recorría en esos días las calles de Bogotá sin rumbo ni destino, que viene a ser casi lo mismo. Tal vez este deambular fue el que lo llevó a iniciarse en el género del turismo ideológico. Un género éste fructífero donde los haya. Todos tenemos en la retina las impactantes imágenes de "Benidorm para el que se lo trabaja",  "Igualdad, libertad y Punta Cana", o "La revolución de los canales. Venecia seca" por hablar de tres grandes del género. "Viaje por Egipto 1870" sigue esta línea pero con esa forma especial de ver las cosas de Benito.
Título original: Viaje Por Egipto 1870
Director: Benito Crespo.
Año: 1994
País: Colombia.
Temática: turismo ideológico
Guionísta: Passé Temps
Intérpretes: en general figuras de yeso, pero pueden distinguirse a dos actores humanos entre ellas. Una es ni más ni menos que Neska Polita en su etapa de refugiada artística en Colombia, y la otra es una poco conocida actriz norteafricana llamada Hemsi Khadra.

Sinopsis:Corre el año 1870, el alcalde de la ilustre ciudad de B. es duramente criticado por su falta de mundo. Los electores, los amigos, la oposición, su familia le dicen que sin conocer el mundo no puede regir bien aquel pequeño trozo del mismo.
El pobre alcalde no entiende aquel furor universalista, aún así cede a la presión y organiza un viaje por Egipto. Una de las típicas confusiones de agencia los envía a todos a la versión plana de este conocido país: palmeras con una sola cara, pirámides que no son más que triángulos, indígenas sin espalda... el alcalde y su mujer recorren este decorado en dromedarios de los cuales, como la luna, se desconoce la otra cara. Curiosas damiselas más o manos musulmanas dan color local a aquel mundo de escaso relieve.
Contra todo pronóstico el señor alcalde queda impresionado por el viaje, los pesudodromedarioss, las pirámides trianguladas, las palmeras planas, las bellas damiselas sin espalda...así que de vuelta a su ciudad de B. decide que eso es lo que le falta a su tierra. Publica un edicto según el cual reconoce que le faltaba mundo y agradece a sus conciudadanos que insistiesen en ello, y decreta las medidas necesarias para ir abandonando, paulatinamente, las tres dimensiones y replegarse en dos.
Los vecinos están aterrados, no saben qué va a ser de ellos, tal vez va a ser algo mejor, nadie sabe muy bien cómo es eso de la bidemensionalidad, aún así sienten apego por las tres dimensiones de siempre. Alguno incluso ha empezado a hablar de la cuarta dimensión... todos sostienen que pasarse a las dos dimensiones ahora que están a punto de de entrar en la cuarta es un poco inútil.
El alcalde insiste y les dice que cuanto más cerca estén de la dimensión uno más cerca de la perfección. Las dimensiones son como las medallas olímpicas, es mejor ser el uno que el cuatro.
El pánico se acentúa después de estas declaraciones, las dos dimensiones aún son algo reconocible ¿pero qué sería de ellos si el alcalde decide pasarse a una dimensión? todos van aceptando lo inevitable, y poco a poco se van pasando a las dos dimensiones, donde, curiosamente se encuentran cada vez mejor.
Al faltarle a todo un poco de profundidad los habitantes de B. se vuelven más alegres, todo les resbala un poco, nada se puede guardar en el interior, nadie tiene doblez... además del ahorro que supone de espacio, pues las dos dimensiones ocupan realmente mucho menos.
Todo parece ir sobre ruedas, cuando resulta que las siguientes elecciones las gana la oposicición porque nadie se acuerda de ir a votar, y una antigua ley dice que si nadie vota gobernará el otro. La oposición, haciendo honor a su nombre, decide volver a las tres dimensiones.
El exalcalde huye al Egípto plano y las huríes de bajo relieve lo acogen con los brazos abiertos.
La nostalgia de los habitantes de B. por el mundo de dos dimensiones les lleva a crear una gran escuela de sombras chinescas, y pasado el tiempo, desarrollarán una increíble industria del cine para autoconsumo, cuyo éxito principal será Viaje por Egipto 1870.

Lo mejor: El planteamiento de la compleja relación de la política y las dimensiones está perfectamente trazada. Los actores saben estar en su papel.
Lo peor: Es una pena que un tema de tanta profundidad sea tratado un poco a la ligera. Sólo conociendo la siguiente trayectoria de Benito Crespo entendemos qué estaba pasando en su obra y en su cabeza.

Curiosidades: Es impresionante que Neska Polita y Hemsi Khadra pasasen por mucho tiempo como actores de yeso y cartón, como el resto. Sólo una pequeña indiscreción de la primera de las dos damas de la escena pudo abrir los ojos a los críticos especializados.

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