martes, 3 de enero de 2012

Mar de fondo

Empezamos hoy un recorrido por la obra marítima de Ymenda Lis. Antes de retirarse a la isla de Delos y negarse a hablar la artista nunca llegó a explicar cómo había llegado a relacionar de forma tan íntima el mar con diversos grupos humanos. Tal vez no necesitemos saberlo, sólo contemplar esta sucesión de imágenes y conversaciones que a muchos les recuerda al primer Daniel Combarro, el de películas como El baño Magnético. Ymenda huye de la personalización, por eso sus actores son siempre anónimos, los escenarios marinos también son anónimos y el sonido no está tratado de ninguna manera, así que a veces las conversaciones no se oyen bien, el viento y el mar rugiendo pueden acallarlas. Por lo demás como dice Urs Milotz al hablar de estas obras, imprescindibles para comprender el cine inexistente, "la vida es así. A veces oímos a veces no, y aún así seguimos más o menos la línea argumental de nuestras vidas. Por lo menos la principal".
Ymenda Lis: Nace en Tsalónica hija de una armenia y un portorriqueño.  La mayor parte de su vida la pasa intentando buscarse a sí misma. Inicia una exitosa carrera como concertista de piano, sin embargo siente que algo tira de ella en otra dirección. Sin comentar nada en casa se pone a filmar estas deliciosas películas en las que mezclando mar con distintos grupos humanos llega al corazón del público y de la crítica, si lo tuviera. Su primera obra fue "Mar de fondo".

Título original: φούσκωμα
Directora, guionista y música: Ymenda Lis. 
País: Grecia.
Año: 1999
Intérpretes: anónimos.


Sinopsis: El mar está desatado, un barco hace aguas frente a la costa. Un nutrido grupo de turistas observan cómo el barco se va hundiendo, y comentan los medios que ellos emplearían para rescatar a los náufragos, lo impactante de la escena, lo batido del mar.  En el grupo hay personas de todos los tipos, no se conocen y establecen en un principio unas relaciones abiertas y exentas de prejuicios. Todos miran el mar, así que no tienen que poner buena cara cuando hablan. Pero poco a poco se va viendo que hay más que los separa que los une. O al menos eso empiezan a pensar cuando la conversación se encrespa, como el mar, al proponer uno de los turistas que se llame al helicóptero de rescate ¿quién va a llamarlo?¿Por qué deberían hacerlo si sólo son turistas?¿no acabará el helicóptero en el fondo del mar? Aunque todos siguen mirando al mar y el naufragio cada vez sus posiciones están más alejadas. Finalmente llega el helicóptero sin saberse muy bien quién lo ha llamado. Los partidarios de hacerlo se sienten los campeones creando todavía peor ambiente mientras siguen viendo las labores de rescate.
Uno de los turistas pretende templar gaitas y dar el tema por zanjado, lo que hace que el grupo de los perdedores se lo tome mal, pero los que apostaron por el helicóptero tampoco están satisfechos con esa salida conciliadora. 
La situación se hace tensa, incluso difícil. Finalmente, todos a una empujan al conciliador que es engullido por el mar embravecido. La situación se calma y al poco la reunión se disuelve, y deja en el aire la frase con la que se cierra la película "¡va, sólo era un turista!".


Lo mejor: El mar y la gente interactúan de una manera que se ha descrito como hipnótica. Hay algo espontáneo y sincero en la representación de los actores anónimos que hace que veamos la película como si estuviésemos allí.

Lo peor: Un tema así daba para un metraje más largo. Es una pena que a la hora y media se acabe.




Curiosidades: Es cuanto menos curioso que el traductor de google diga que la expresión "mar de fondo" se traduce al griego como φούσκωμα, que quiere decir inflación. La película es anterior a cualquier noticia fresca sobre economía y Grecia.

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