miércoles, 27 de febrero de 2013

Los chinos tang bien lloran 18


ESCENA 18

                               Ilustración 1: Lu Pi-Tan sale de un peligro y casi cae en otro



Después de que Sue Gla se hubiese ido Lu Pi-Tan permaneció sola tras el pabellón disfrutando de la mañana.
-Uf, el peligro se ha ido.
Se dijo a sí misma. Y sin embargo un frío inesperado recorrió su columna cervical como si algo venido del Más Allá de las Montañas Verdeazuladas de Occidente le hubiese soplado un hálito de muerte.
Movió la cabeza desechando semejante idea y se marchó feliz sin ver que el peligro podía ser fácilmente Sue-Gla pero también podía ser el dragón Cheng-Cho, conocido también como el Tragaldabas de Trebisonda.
Esa misma noche llegó al mundo que hay más atrás dl pabellón un nuevo personaje:Luben Da-Lio encargado provincial de ritos relacionados con Cisnes, Princesas tristes, lagos de azur y asimilados. Era un hombre de la Corte pero allí se sentía desfallecer por el complicado ritual y por el acoso de las mujeres cortesanas ¡Es tan sabio y tan prudente que ninguna se le podía resistir!

                       Ilustración 2: Luben Da-Lio en actitud sabia y prudente, como casi siempre

Se había subido a meditar iluminado por la luna sobre la montaña del Dragón Dormido de Poniente, después de almidonarse la coleta para que presentase su mejor aspecto. Y allí sentado, plácido y armonioso fue visto por casi todo el mundo, las mujeres con dote, sin dote, concubinas, sin cubinas, todas ellas suspiraron con cierto decoro y sus corazones palpitaron un poco más de lo que el acupuntor les recomendó.
-¡Es tan sabio y tan prudente!
Se oía por todas partes. Luben seguía meditando indiferente a la mayoría de los elogios.

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